Cambia tú foco de atención.
Una vez escuche una mujer decir
lo mucho que lamentaba que sus seres queridos solo estuvieran a su lado en
los momentos felices. Ella afirmaba que en su vida eran pocos los que se
atrevían a quedarse en sus noches difíciles, hasta que el destino le mostró que
era ella quien debía cambiar su foco de atención hacia aquellos que fuesen
capaces de ver en ella una luz en los momentos de oscuridad.
Berlín,
Alemania.
07
de Julio del 2018
Sofia, así llamaban a aquella
mujer de tez oscura, cabello de dos colores y unas cuantas cicatrices que
cada día le recordaban lo hermosa que era. La conocí de camino a casa una tarde
igual a las demás, llevaba un vestido de flores negras y el pelo recogido. La
salude de manera cordial y se refirió a mí con mucho respeto, parecía un poco
tímida, pero a la vez interesante. Hubiera deseado quedarme todo el día
platicando con ella, pero al parecer todo lo que íbamos a vivir debía
esperar un poco más.
Después de
varios atardeceres en los que estuve a su lado, decidí ir tras ella e
invitarla a salir, pero por el solo hecho de creer que podía ser
rechazado debido a nuestras diferencias decidí retraerme. En
aquel momento de mi vida era más fácil quedarme en mi zona de confort y
no admitir que podía volverme a enamorar de alguien tan opuesto a mí.
Los días siguientes hablamos
poco, hasta que volvimos a coincidir y ella apenadamente suspiró
y dijo
- Siempre dejamos
todo para después
- ¿A qué te refieres Sofia?
- Ya sabes Erick, hoy en día
creemos que el destino es el que nos debe poner todo lo que queremos en frente,
sin darnos cuenta de que con cada uno de nuestros pasos estamos
forjando ese destino, pero no, siempre decidimos dejar todo para después.
Nuestra conversación no duro
más de media hora, pero todo lo que reflexioné a raíz de sus palabras me
cambio la vida. En poco tiempo había comprendido que estaba esperando
que la vida me llevara hacia mi destino mientras no realizaba ninguna acción al
respecto. Allí entendí que no estamos hechos para posponer las
situaciones, sino más bien para sentir, hacer lo que nos apasiona,
conocer, hacer amigos, mostrar nuestra esencia al mundo y sobre todo
amar, amar mucho y de manera constante.
Al día siguiente decidí empezar
de nuevo, y una de mis acciones involucro a aquella chica. Lo primero que hice
fue invitarla a salir, y al hacerlo llena de regocijo me dio un si por
respuesta. Al salir ella parecía otra, platicaba más, le noté varios zarcillos en
su oreja izquierda y hasta llevaba un tatuaje en su espalda, estuve a
punto de preguntarle si era Sofia o su hermana, pero preferí
quedarme con la duda, de todos modos, la chica que veía también era
encantadora.
Al pasar varias horas con ella
me había dado cuenta de lo mucho que podía aprender de una chica tan joven, así
que luego de unas horas sentados en el restaurante en el que habíamos quedado,
sentí oportuno preguntar porque un día se veía tan distinta y al otro parecía
ser la chica más parecida a mi percepción, fue ahí cuando me contó su historia.
Ella me mostró que se había
dedicado a enseñarle a todos los que se encontraban a su
alrededor que estaba hecha de dos partes, una llena de carácter, calculadora y
a veces con demasiada rigidez, y otra llena de locura, sentimientos sin fin y
un sin número de sueños interminables y hasta que no conociera ese ser que se
dedicara a comprender y admirar cada una de sus partes, la frase ''Es momento
de mostrarme tal cual soy'' jamás saldría de su boca.
Fue entonces cuando entendí que
estaba frente a una gran mujer en un pequeño cuerpo, tan parecida a una rosa
que después de perder sus pétalos sigue siendo hermosa y llena de vida, todo
porque cada proceso que vive la ha hecho cada vez más fuerte. En ese momento
también conocí lo que ella pensaba sobre el mundo.
Me dijo, Erick, por enésima vez
he estado ofreciendo mis brazos a quien no es capaz de siquiera reconocer mis
manos ni saber quién soy. Estoy cansada de lanzar mi mirada a quien no tiene
ojos para verme. Estoy sencillamente agotada de los mismos halagos de ''eres
hermosa y distinta''. Quiero alguien con vida, que sepa decir lo mucho que le costó
conocerme y darse cuenta de que llevo un lunar en el párpado derecho y otro en
la palma de mi mano el cual me da miedo mostrar, todo porque temo que
conozcan mis defectos.
Cada una de las palabras que
aquella chica expresó hicieron que reflexionara y entendiera la frigidez
con la cual esta empapado el mundo. Así que desde entonces no solo
había conocido una chica que decidió cambiar su foco de atención hacia aquellos
que fuesen capaces de reconocer su valor, sino también a un nuevo Erick, el
cual también se encontró consigo mismo. En ese maravilloso encuentro pude
desbordar toda la pasión que estuve reprimiendo durante años por dejar las
cosas para después.
Hoy puedo ver en mí una nueva
persona, esa que no deja nada para después, que busca hacer lo que dice y
no tiene excusas para amar. Veo esa chica y entiendo que la vida es más que un
destino, pues si no me hubiera dado el permiso hoy no estuviera viviendo
una de las mejores experiencias de mi vida.
Y a la vez, también visualizo
mi trabajo y a lo que me he dedicado hoy, ya que si aquellas noches de
abril hubiera decidido no lanzarme hacia lo que me apasiona, hoy no estuviera
escribiendo estas letras las cuales dedico con todo el entusiasmo a todos
los que han decidido adelantarse al destino, abrir la puerta
y decidirse a lograr todo lo que se han propuesto, fuera de tabúes,
creencias y prejuicios sociales, porque como decía Joseph Newton, ya no estamos
en edad de dejar nada para después.
- Indhira Castro
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