Quien soy.
Un día decides conocerte a ti
mismo, pero al momento de preguntarte quién eres te das cuenta de que ni
siquiera sabes donde estas parado.
Mi madre decía que quien no
estaba seguro de sí mismo nunca podría ser testigo de la grandeza que compone
su ser.
Australia
06 de febrero del 2020
''Se diferente y disfruta tu
vida'' era la frase que muchos libros de superación personal citaban, mientras
yo creía que marcar la diferencia sería una falta de respeto al mundo y mi
alrededor, todo por creer que no ser lo que todos esperaban de una joven
adolescente me haría ser rechazada. A través de esto empecé a
creer que era parecida a un libro aparentemente fácil de dejar a un
lado, de esos que no te das cuenta de que están ahí a menos que caigan desde la
vitrina, hasta que un día caí y cada una de mis paginas empezaron a salir
a flote y pude darme cuenta de que estoy llena
de magia, inspiración y un sin número de acertijos que a muchos se les
hace imposible leer.
Pero, más adelante entendí que
no podían leerme porque era yo quien no les permitía entrar y ser partícipes de
mi historia, quien sabe si por miedo o pena, pero lo que si se es que todo
cambio aquel día en que reconocí quien soy.
Tenía 23 años cuando mi mundo
se fue abajo, tuve que mudarme a un nuevo país, aprender un nuevo idioma y
salir adelante por mí misma. Cuando mis padres llamaban para saludar esperaba
con ansias que dijeran que la situación económica del país había mejorado y que
si regresaba sería más que bienvenida, pero las siguientes llamadas que escuche
solo traían peores noticias. A mis 25 años fue cuando una de esas llamadas
fue la que dio paso al fallecimiento de mi padre quien había padecido
de cáncer desde hace varios años y mi familia solo había tenido el valor de
contarlo en ese momento.
Nunca imagine que al volver a mi país estaría frente a esta situación y que la vida me pagaría de esta manera, pero en ocasiones una muerte y hasta un accidente pueden ser la herramienta de cambio que necesitas. Al llegar fue difícil ver la expresión de tristeza en cada uno de esos seres que al irme me dedicaron sonrisas y palabras de aliento, pues era yo quien ahora debía ser la fortaleza para ellos, a pesar de que yo también me encontraba ante una perdida.
Al ver el ataúd no solo vi a mi
padre, sino a un amigo el cual siempre deseé tener y nunca pude. Él siempre me
decía Alexa, debes ser tu misma, no lo que los demás quieren que seas,
solo tú. En cada una de esas veces me preguntaba porque carajos no dejaba de
repetir la misma frase, hasta que al verlo frente a mi pude comprender que aún
después de tanto tiempo no había podido aplicar ninguno de sus consejos.
Mi madre se tendió hacia a mí y
me entrego una carta, dijo que había sido escrita por él, el día en que me fui
a Australia y que quería que yo la recibiera cuando estuviera lista. Estuve
intrigada por semejante carta, pues tenía colores muy llamativos y la
forma que tenia se parecía a una de mis rosas favoritas. Al cabo de unos
minutos de quedar viendo la carta fijamente y de lo extrañada que estaba
decidí pasar a mi habitación y leer con cuidado.
Querida Alexa,
Se que es difícil para ti irte
y que piensas que el hecho de que estemos dispuestos a sobrellevar nuestra
crisis económica sin darte la oportunidad de ayudarnos quiere decir
que no creemos en ti, pero las cosas no solo pueden ser vistas desde un solo
foco de atención, pues desde que naciste entendí que debías brillar y ser
grande, que tú vida no debía estar expuesta a crisis ni dificultades.
Otra de las razones por la que
decidimos que te fueras a otro país es porque no estoy bien de salud y solo me
quedan unos años más por vivir. Hija mía, espero que cuando leas esto entiendas
que la vida no es para siempre y que lo que parece ser el dolor más grande en
ocasiones se convierte en la mayor bendición, ahora es el tiempo de que te
conozcas, volver hacia ti y vivir lo maravillosa que eres, porque así naciste.
Lamento no haberte contado
sobre mi enfermedad, no haber pasado más tiempo contigo y a la vez hacer que te
fueras queriendo ayudar y hacer el bien hacia nuestra familia, pero estabas muy
frágil, por esto tu madre y yo tomamos esa decisión la cual espero algún día
entiendas. Hoy confió en que estés lista para leer cada una de
las letras que he plasmado y que te permitas superar el dolor y
descubrir quién eres en verdad.
Ese día comprendí que era
amada, que era amada por quienes creí que me hacían la vida más
miserable con sus decisiones sin sentido. Descubrí que era luz para los
que creí que me cerraban las puertas. Visualicé como inspiraba paz a aquellos
que creí que estaban en guerra conmigo y que más que nada también podía ser
amada por mí, aunque en ocasiones parecía ser imposible.
La mañana siguiente desperté
temprano y salí de la habitación en busca de mi madre para darle un abrazo, en
busca de mis hermanos y en búsqueda de todo aquel que estuviera cerca para
simplemente entregarle mi amor, pues había entendido que el amor que había
florecido en mi corazón estaba a punto de cambiar la oscuridad que visualizaba
a mi alrededor.
Me despedí de todos y salí
hacia al aeropuerto más cercano de Colombia. Tome el avión a las 3:50 PM
y después de unas horas llegue a Australia. Al llegar lo primero que pude
percibir fue la lluvia que caía sin parar y mi falta de una sombrilla lo cual
haría que llegara empapada a casa, hasta que unos ojos cafés, un hermoso pelo
rizado y brazos muy fuertes me dijeron
- ¿Quieres que te lleve a
casa?
No era el típico chico del cual
estaba dispuesta a ceder, pero desde que vi como su mirada se sumergía en
mi ser mientras nuestras almas parecían estar conectadas, decidí darle un si
por respuesta, aunque pareciera imposible era como si el día en que decidí
reconocer quien era todo hubiese cambiado.
- Y, ¿Cuál es tu
nombre?
- Me llamo Andy, ¿Cuál
es tu nombre ojos lindos?
- Me llamo Alexa, un
placer
- El placer es mío
Los dos reímos durante el
camino completo, él dijo que me había llamado así porque mis ojos parecían
brillar en medio de su oscuridad y que al verme había sentido una energía
positiva. Al despedirse mencionó que esperaba volverme a ver y hasta agradeció
por haberle devuelto la sonrisa, pero después de ese día nunca lo volví a ver.
Los siguientes meses y semanas
nuevas personas habían llegado a mi vida, cada uno de ellos me hacía recordar a
mi padre diciendo que debía rememorar quien soy. Sin embargo, cuando me
acercaba a cada uno de esos individuos me daba cuenta de lo efímeros que eran.
Hasta que un día me dije
- Alexa, ya basta. Basta
de querer retener personas olvidándote de ti. Basta de pensar que es tú culpa
no haber estado ahí para evitar la muerte de tú padre. Basta de creer que no
vales lo suficiente como para que alguien permanezca en tú vida. Basta de creer
que no podrás lograr lo que te propongas solo porque no ha llegado en el
momento en que deseabas. Basta de temer a la lluvia que se torna frente a tú
ventana en tus días más oscuros, sal y baila en ella, date la oportunidad de
perdonarte por lo que ya está hecho y no puedes cambiar, de una vez por todas
entiende que sentir amor no debe ser una amenaza, sino una forma de volver
a renacer date el permiso de vivir.
Fue entonces cuando aquellos
pensamientos me hicieron comprender que ya estaba lista para reconocer quien
soy, de que estaba hecha y porque debía surcar la tierra e ir vidas por vidas
dando ánimos y alegrías, pero sobre todo amor, mucho amor hacia mí y mi
maravillosa composición tan parecida a un ser etéreo que vuela más allá del
cielo, como un ave fénix.
- Indhira Castro
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