La perdida de un ser querido.
Según Metrord.do, el pasado 30
de septiembre el cantante Wisin anunció que su hija de tan solo un mes de
nacida había fallecido. La pequeña pasó todo ese tiempo luchando por su vida,
debido a una enfermedad genética de nombre trisomía.
Para despedirse de ella
compartió en sus redes:” Gracias a Dios por un mes de vida, un mes de Victoria.
Dios da, Dios quita. Bendito sea el nombre del Señor. Princesa Victoria te
volveré a ver en el cielo. Qué dolor tan grande tengo, Dios ayúdame. Aprovecho
para agradecer a millones de personas que estuvieron orando por nuestra familia
y por nuestra Victoria. Gracias porque en todos los gestos y palabras que
tenían con nosotros pudimos ver a Dios cada día. Mi princesa acaba de
fallecer”.
Cada día noticias vienen y van,
pero hasta que nos toca vivir una perdida frente a nuestros ojos es que
nos damos cuenta que nada nos pertenece, y desde este punto he aprendido que
quienes llegan a nuestra vida embarcan un camino junto a
nosotros cuando deben cumplir una misión y al irse no los perdemos,
sino que ya han concluido su tarea en nuestra vida, pero que difícil es el
momento en que esa persona se va súbitamente y su partida llega sin
avisar. Ahí es cuando nuestro pensamiento solo contiene ideas sin sentido,
queremos explicarnos porque nos pasa esto a nosotros,
y saber porque ese ser nunca más estará en nuestros brazos,
ni podremos escuchar su voz y mucho menos sentir su olor.
Antes de mi cumpleaños
número 22 a mi alrededor vivían un centenar de personas, todas
parecían quererme y darse por completo, hasta el día en que mi madre se
enfermó. Todo el malestar cubrió su cuerpo y quedarse en
cama fue la única alternativa para poder sobrevivir. Pocos me ayudaron
a permanecer de pie a través de la difícil situación que estaba
atravesando mi familia, mi concepto sobre las personas y la vida
cambio de manera radical, hasta que aquel sueño despertó mi
conciencia.
En aquella utopía me encontraba
frente a dos caminos, uno de ellos estaba lleno de rosas, mientras el
otro se postraba cubierto por raíces negras y oscuridad, al
instante en que debía elegir fue difícil, pero termine por tomar el
segundo. Al pasar por cada parte del visualizaba una etapa de
mi vida, las pruebas que desde pequeño tuve que atravesar para ser
aceptado por la sociedad, padres de culturas distintas, ese primer
amor que rompió mi corazón, aquella vez que hice daño a personas que
no merecían, esa fase donde tuve que aceptar mi identidad y al final vi a
mi madre fallecida. Fue desconcertante visualizar solo las situaciones
devastadoras, esto me hacía preguntarme porque no era capaz de ver lo
bueno también.
En aquel momento
recordé una frase de uno de mis libros favoritos llamado El Principito
''El alma solo tiene ojos para aquello que puede ser visto desde el
corazón''. Ahí desperté y me di cuenta de que había sido solo
un sueño y que al día siguiente ya estaba por llegar mi
cumpleaños número 25, aún no había podido superar la perdida de mi madre, alejé
a todos los que se encontraban a mi alrededor y los culpaba por
ser ellos los que decidieron irse, sin admitir que fui
yo quien les dio motivos para alejarse de mi vida.
Fue entonces cuando asimilé
lo que había dicho aquella voz, me mantuve todos estos años con
los ojos vendados y solo era guiado por juicios
irracionales, preocupándome por vivir en mi mundo, dejando de lado lo que
si tenía importancia. Así que tomé la decisión de salir de casa y empezar de
nuevo, comprendiendo que aquel día en que perdí a mi madre sentir dolor
era un proceso normal, por el cual pasamos cada vez
que se atraviesa por una pérdida, y por esto, hay que
permitirnos estar triste, pero solo para después florecer con mayor fuerza.
Me di el permiso de conectarme
con todos aquellos que seguían ahí para mí, que a pesar de ver lo malo
decidieron quedarse, conociendo el hecho de que la libertad que estaba
esperando solo llegaría cuando estuviera listo para recibirla.
Ahí otro sueño cubrió mi mente al estar dormido.
''A veces nos preocupamos tanto
por el ayer que no termínanos de cortar los lazos de apego que nos unen con
relaciones pasadas. Escogemos todos los caminos que lleguen con facilidad y
dejamos de lado al único que nos ayudara a ser mejores. Espero que esta
perdida te haga entender que debes abrir los ojos, que si ese ser de luz sigue
con vida no, no es demasiado tarde, pero que si ya se ha apagado su memoria te
enseñe que hay mucho por delante que hoy debes valorar, y en esto te
debes incluir a ti, tu vida, lo maravilloso que eres y sobre todo,
los grandes dones que se te han otorgado para encender una gran llama
en los corazones de los demás, nunca es tarde para
hacer que todo lo deseas suceda''. - Dijo la misma voz
Esta vez, despertar de aquel
sueño fue un gran alivio, había sido renovado y comprendí que en este mundo de
colores días grises me hacía más fuerte y permitían mi crecimiento. Salí
en búsqueda de todo lo que estaba dispuesto hacer que suceda, y hoy vivo con aquella
perdida agradeciendo con más ansias los seres que dan luz a mi vida, dando a
conocer que en ocasiones la misión no se acaba, nosotros la cortamos y no
dejamos que continué por nuestro miedo o temor a darlo todo. ¿Esta
eso bien? pues perdí tanto por ciego que prefiero volver, aunque me cierren la
puerta después de hacerlo, porque estoy seguro de que en 20 años me arrepentiré
de lo que no hice más que de lo que me atreví.
Cada día paso por el mismo
camino que una vez elegí, pero esta vez se torna distinto y con los ojos del
corazón puedo ver que no estoy solo, que la perdida de aquel 14 de
noviembre me hace más humano y me permite apreciar con sabiduría las rosas que
se me otorgan y que cada día son puestas en mi camino.
- Indhira Castro
Comentarios
Publicar un comentario