Él, de esos que te sacuden el alma.



Dicen que no hay mejor reflexión de nuestra alma que los ojos… Esos con los que él me miraba como si de magia se tratase, haciéndome sentir que no había mañana y que solo éramos él y yo, uniendo nuestros cuerpos y haciendo presente el sudor que en la piel de ambos se escurría como sangre por nuestras venas.

Así, de esa manera tan extraña, sin saber qué hizo, ni cuándo ni dónde, solo sé que pudo cambiar algo en mí. Él había sido la persona que con una simple pero comprensiva sonrisa, restauró mi alma, corazón y ser de todos esos años de dolor y angustia a los que estuvieron expuestos... Ese que hizo erizar mi piel y revoloteo mi espíritu.

Él, que hasta en los momentos difíciles me demuestra lo importante que soy, ese que conoce hasta cómo puedo masticar y bailar en momentos que nadie está para verme, porque es quien hace que mis días más oscuros sean los más radiantes.

Y es que me siento más viva desde aquel momento en el que el cosmos y el destino nos puso a volar en la misma nube. Y todo porque llegó para transformar mi mundo y completarme, aunque le falten más partes que a mí... Demostrándome que dentro de tanta imperfección él es perfecto.


Autora: Indhira Castro
Editor: Raymond Guzmán

Comentarios